lunes, 30 de junio de 2008

1954
















Dos notables cintas de 1954 con dos notables canciones Johnny. El western feminista y sexual rodado en Trucolor “Johnny Guitar” de Nicholas Ray con Joan Crawford –Vienna-, Sterling Hayden –Johnny ‘Guitar’ Logan- y Mercedes McCambridge –Emma Small-. Y la obra de espionaje rodada en Eastmancolor “Brumas de traición” (“Betrayed”) de Gottfried Reinhardt con Clark Gable –Colonel Pieter Deventer-, Lana Turner –Carla Van Oven- y Victor Mature –‘The Scarf’-. En la primera, el tema “Johnny Guitar”, de Victor Young, que acompaña a toda la película, es cantado, bajo créditos, por Peggy Lee. En la segunda, el tema “Johnny Come Home”, de Walter Goehr, es cantado por Diana Coupland doblando a Lana Turner que, sentada sobre un piano, actúa seductora ante y para los oficiales alemanes.




martes, 24 de junio de 2008

Alfonso Reyes






























A menudo las pérdidas deparan sorpresas. Busco L’homme approximatif y encuentro La experiencia literaria. Sé que a finales de 1970 iba a percibir 10.000 pesetas por una traducción y que escribiría un poema crónica de la misma. Mas debí de devolver al editor el original francés al tiempo que entregaba el trabajo concluido, lo que explica que no se encuentre hoy entre mis libros y, por otra parte, es harina de otro costal saber adónde iría a parar mi hombre aproximativo; fueron tiempos de grandes trasiegos. Lo importante es el hallazgo: el número 229 de la Biblioteca Contemporánea de Editorial Losada -Buenos Aires, 1952-, esa maravilla de la que no me resisto a crear tres breves citas, las dos primeras de la solapa y la tercera del ensayo “Hermes o de la comunicación humana” (México, 1939-1941) que inaugura el volumen.

Dice [de Alfonso Reyes] Luis Alberto Sánchez: “No sé de ningún escritor hispanoamericano, ni hispano, que haya mantenido tan severa vigilancia de sí mismo, y creo que habría que remontarse a ciertos antiguos y famosos memorialistas y a ciertos escritores seguros de su proyección post vitam y post mortem, como Goethe, para hallar un símil adecuado a tan esmerada alerta.”

Dice Luis Emilio Soto: “La experiencia literaria patentiza su papel de espíritu-puente entre el erudito y el mundo de la literatura cuyas puertas dan al campo, sin puertas, de la creación.”

“El escribir, según los diálogos platónicos, no pasa de ser una diversión. La escritura, accidente del lenguaje, pudo o no haber sido: el lenguaje existe sin ella.”

Decir también que, al ingresar en el Ejército, llevé conmigo unos pocos libros. La experiencia literaria fue uno de ellos. La mala costumbre, fruto de una irrefrenable bibliofilia, de no subrayar el texto me lleva ahora, inútilmente, a elucubrar cuáles serían mis pasajes favoritos.


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TZARA

Luchar contra el anquilosamiento de las palabras

moverlas disponiendo nuevas mallas sacudir la estructura del poema

despertarlo

se trata de agarrar un objeto ver su nombre pesarlo medirlo olerlo observarlo

darle libertad para que se manifieste

para que se realice totalmente

cambiar la decoración la situación de los muebles del salón de todos los días

la palabra corre y se adhiere

aparece un grito una modulación un fondo de sentido

se crea sonido de frases con los elementos volcados

el fuego de las cosas que conocemos bajo otros aspectos

valorar lo que tenemos

llegar a exprimir el color y la forma de las letras unidas

cuidar y dar vida al poema exhaustivo que creamos

madurar la idea sobre la posibilidad lingüística

conocer el léxico tanto que huelga la estrecha gramática

las frases nacen limpias

criticamos los versos con los versos

demostrar nuestro convencimiento con la anarquía en la elección

cavilando nuevos programas

saber qué se vierte sobre la hoja blanca

aquí ahora poder columbrar nuestra diaria vida desconocida

la vida ceñida que desatamos

hasta que auténtica se refleja en lo que no se limita a un modo

que incumbe el total de mis actos

que a modo de canto damos lúcidos

porque se domina el oleaje y el calado de la semántica.


1970


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La hora oval, Ocnos, Barcelona, 1971
Ciudad propia. Poesía autorizada, Artemisa, La Laguna, 2006


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domingo, 15 de junio de 2008

El lenguaje es sexista

El lenguaje es sexista porque se sustenta en la naturaleza de las cosas, en la apreciación de la vida hecha por el ser humano. Y la vida es multiforme y sexuada. El llorado profesor Fernando González Bernáldez en su indispensable Los paisajes del agua. Terminología popular de los humedales comenta: “En la palabra charca [frente a charco] puede verse el carácter aumentativo que el femenino tiene en español para muchas palabras (olmo, olma; cántaro, cántara; cesto, cesta; pozo, poza; río, ría) designando variantes generalmente más anchas o ventrudas.”

Argumentum Herpetologicum

Nunca sé si el hecho de encontrar culebras de Esculapio atropelladas debe ser motivo de alegría o de tristeza. Cada accidente permite comprobar que aún existen ejemplares de esta rara especie pero supone un tributo excesivo para el mantenimiento de una población viable. (Culebra de Esculapio: Elaphe longissima)

sábado, 14 de junio de 2008

La vida


La piel ya quebradiza (ni gota de sol le dijo el médico). Las rodillas machacadas por kilos y kilos de carroña en sacos cargados a la espalda por duras pendientes. Sentado. En la silla de ruedas. Ante el gran ventanal. Que da a la sierra de Onete donde los milanos reales planean al sol. Y ahora, un grupo de estólidas vacas llevan días pastando en el claro del bosque. Pide ayuda al enfermero. Cazador. Corrupto. Que le facilita el arma. El viejo ornitólogo ajusta los pernos. Apoya lento el brazo de trapo. El frío rifle pegado a la cara. Y dispara. Al amanecer una nube de buitres cae del cielo sobre la carne vacuna. Vísceras. Huesos. Ferrer Lerín cree que sueña. Felicidad olvidada. En esta agonía.

miércoles, 11 de junio de 2008

Córvidos

No dejes sin acabar la casa que edifiques,
no sea que la corneja chillona
vaya a posarse en ella graznando.

HESÍODO.

























Corneja cenicienta -Corvus cornix sardonius-.
Templo de Isis (reconstruido).
Isla de Delos. Grecia. 06/06/08
Fotos: Javier Ozón Górriz

Carne de ikaescola

Recupero este artículo, publicado el 06/12/07 en "Heraldo de Aragón", y que constituyó una de las primeras entradas de este blog, tras comprobar, gracias a los grotescos episodios de Air Berlin y de la imposición lingüística en Baleares que, la estupidez humana, efectivamente, no tiene límites.

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Carne de ikaescola.


Hubo un tiempo de enorme regocijo en el que jóvenes pletóricos de exigencia clamaron por la calle “català a l’escola”. Aquello pareció el culmen del listado de libertades que el pueblo exigía en el final de la dictadura. Nada podía ser igual en el futuro y la enseñanza en las añoradas lenguas maternas era la señal de partida, el punto de inflexión que marcaría un antes y un después en el proceso de recuperación de los derechos fundamentales del ser humano. Nadie había sido agraviado de tal modo durante la dictadura como el sufrido pueblo catalanoparlante y ahora era por fin el momento de poner las cosas en su sitio. Sí, con Franco se siguió publicando en catalán, pero sin subvenciones, sí, con Franco se siguió hablando en catalán, pero en la intimidad; era llegado el momento de emerger con todo el esplendor normalizando una situación que resultaba insoportable.Y, con el Estado de las Autonomías, llegaron las herramientas para conseguir el cambio: surgió, lentamente al comienzo, a alta velocidad poco después, la llamada Inmersión Lingüística, una extraña denominación de aire deportivo que permitió a los ciudadanos catalanes liberarse de la pesada carga que suponía expresarse en español. Una fórmula, sin duda de gran éxito, que en otras Comunidades Autónomas no tardó en adaptarse con la complacencia de todos conformando, de esta manera, la siguiente obviedad: nadie será feliz si no reside en un lugar que disponga de una lengua diferente a la del resto, además, claro está, de su selección nacional de fútbol. De hecho los avances en este sentido han sido espectaculares: el panocho, la lengua de la huerta murciana, por extensión, pues, la lengua propia de la Región de Murcia, ya tiene un departamento dedicado a su estudio en una universidad europea, concretamente en la ciudad francesa de Pau.

Sin embargo, inexplicablemente, hay algunos sectores de la población que parecen no estar de acuerdo con lo que está pasando y plantean absurdas propuestas para una renormalización, para una desinmersión. Un notable profesor y filósofo acaba de proponer un decálogo para recomponer España, para intentar aplicar el sentido común ante el cúmulo, según él, de incongruencias instaladas en nuestro país. Recogemos tres de las recomendaciones, sin duda equivocadas, que sugiere:

-Recuperación, por parte del estado, de las competencias en materia de educación. (Añade, para reforzar su argumento, el comentario de un conocido político galo que asegura que el problema vasco no se resolverá mientras siga el actual régimen de enseñanaza en las ikastolas)
-Solicitud a los intelectuales no residentes en zona bilingüe que reconsideren sus posturas de añeja progresía en las que la exaltación de las hablas vernáculas pudo resultar munición certera para derribar al dictador pero que hoy conduce a la exclusión social y a la depauperación idiomática, recordándoles, de paso, que la ingenuidad es una forma común, pero no menor, de ignorancia
-Afirmación de que ningún término es inocuo y que el uso de “Estado” en vez de “España”, de “Euskera” en vez de “Vascuence”, de “Kale borroka” en vez de “Lucha callejera”, de “A Coruña” en vez de “La Coruña” y así del inagotable rosario de papanatismos, no hace más que reforzar al enemigo que ahora es, y de eso no hay que tener la menor duda, ese lobby de nostálgicos de historias nunca existentes, de malabaristas que anteponen lo secundario a lo principal, de gentes que para asombro de gramáticos y economistas de todo el mundo torpedean la lengua española desde dentro de España y que, al intentar fragmentar la nación, debilitan en el exterior nuestra imagen, eso sí, tachando de ultraderechista a cualquiera que con firmeza reclame la cordura.

lunes, 9 de junio de 2008

Elmore Leonard



















Hoy lunes, a las 22 horas, La Primera de TVE emite "Un romance muy peligroso" de Steven Soderbergh. No es la mejor película de este director ni la mejor adaptación al cine de una novela de Elmore Leonard ("Out of sight" en este caso) pero hay que verla. Copio a continuación un artículo de Ariel Mazzeo colgado en El Aleph y una relación de la obra de Leonard.



Si suena como escritura, lo reescribo

Hundirme en las mesas de saldos de las librerías de Buenos Aires, además de ser la causa principal de mi impuntualidad incorregible, es mi aventura urbana por excelencia. Como aquellos dementes de la Fiebre del Oro, también yo soy capaz de revolver, una y mil veces con paciente ansiedad, esperando que en la mezcla de arena, barro y agua brille al fin el sueño dorado: la pepita después de la cual nada volverá a ser como antes.
Como la que encontré una tarde de la primavera del 99.
Era un pequeño volumen, edición de bolsillo. Desde su tapa de fondo rojo, una morocha de mirada fría me apuntaba con una pistola. La morocha me resultaba familiar, y no me costó ubicarla: era la protagonista de -hasta ese momento- la última película de Quentin Tarantino. Por aquel entonces, yo ya había visto varias veces las tres películas de QT y me consideraba todo un fan; así que, casi sin pensarlo, levanté el ejemplar de Jackie Brown (cocktail explosivo). El anuncio en letra chica ("La novela que inspiró la película de Quentin Tarantino") avivó mi curiosidad por conocer quién había sido el autor capaz de crear la galería de desquiciados personajes de la película. Decidí apostar las dos monedas que costaba el libro, y me llevé a casa a la morocha, a Ordell Robbie, a Max Cherry. Y a su creador, un autor al que por entonces desconocía, pero a quien debo agradecerle algunas de las mejores páginas que he disfrutado.
Damas y caballeros, permítanme presentarles a Mr. Elmore Leonard.

El holandés
Elmore Leonard nació en New Orleans en 1925. Dicen que, enamorado del béisbol desde siempre, sus amigos evitaron el inusual nombre de pila reemplazándolo por "Dutch", en honor a "Dutch" Leonard, jugador de los Washington Senators.
Después de recibir educación de los jesuitas, graduarse en la secundaria, servir en la Marina durante la Segunda Guerra e ingresar en la Universidad de Detroit, Elmore descubre a Hemingway y comienza a interesarse en la escritura.
Trabaja como redactor publicitario y escribe los primeros westerns. Le va bien durante los 50, pero a comienzos de la década siguiente la televisión ha deteriorado el mercado literario de las historias del oeste, y Leonard consigue un trabajo que le va a enseñar mucho: escribe guiones de cortos documentales para la Enciclopedia Britannica.
Su primera novela de misterio, The Big Bounce, se publica en 1969. A partir de entonces, el bueno de Elmore escribe mucho y cada vez mejor. Sus historias, su estilo crudo y sus diálogos callejeros comienzan a convertirlo en un autor de culto.
El gran golpe llega con LaBrava (1984), ganadora del premio Edgar de la Mistery Writers Association. Al año siguiente su novela Glitz (publicada en castellano por Ediciones Versal como Fulgor de muerte) lo convierte en best-seller, tapa de Times incluida.

Universo Leonard
Leer cualquier novela de Leonard es internarse en un mundo de seres extraños casi siempre excéntricos, a menudo peligrosos. Todos ellos entrañables perdedores que patean las calles de la trastienda del sueño americano.
Ejemplo 1: uno de los protagonistas de Almas paganas (Pagan babies, 2000) es el "padre" Terry Dunn. Terry vive en Ruanda, cerca de Kigali. Escucha reggae y disfruta las visitas de su mejor amigo, el señor Johnnie Walker (etiqueta negra). Su criada Chantelle se las arregla bastante bien, a pesar de que perdió una mano en un ataque de los hutus, para conseguirle a Terry algo de marihuana en el pueblo y lavar sus camisetas de bandas de rock como Nine Inch Nails. El "padre" Terry celebra misas en su parroquia. ¿Es realmente un sacerdote católico? La verdad sale a la luz cuando regresa a Detroit para arreglar algunas cuentas pendientes...
Ejemplo 2: Chili Palmer, a quien conocemos en Cómo conquistar Hollywood (Get shorty, 1990), se dedicaba a cobrar préstamos y se había vuelto un tipo frío. Cuando alguien se retrasaba en un pago, como aquel tal Leo, Chili sólo pronunciaba cuatro palabras: "Mírame a la cara", y el tipo salía corriendo a vender el auto de su mujer para pagar la cuota. Pero Chili ya está cansado de ese ambiente. Por eso, cuando se cruza con Harry Zimm, director-productor-guionista de películas clase B, en vez de cobrarle la deuda, comienza a convencerlo de rodar la historia de Leo.
Ejemplo 3: en El blues del Misisipí (Tishomingo blues, 2002), Dennis Lenahan se gana la vida con su espectáculo de saltos ornamentales. Está de gira por el estado sureño de Misisipí cuando desde los 25 metros de su trampolín presencia un asesinato. Su secreto lo lleva a relacionarse con un estafador "afroamericano", que asegura estar tras la pista de los que lincharon a su bisabuelo, y con una banda de fanáticos bastante desequilibrados que montan reproducciones vivientes de batallas de la Guerra de Secesión.
Y así podría seguir uno llenando páginas con los insólitos individuos que pueblan el Universo Leonard. Una galería de policías honestos y de los otros, dobles cinematográficos, cómicos stand-up, estrellas de cine medio chifladas, traficantes de armas, seductores ex-presidiarios, chicas de carácter fuerte, estrellas de rock... todos ellos son el corazón de la obra de Leonard. Más, mucho más que las tramas de sus novelas de misterio, lo que atrapa al lector son esos personajes que hablan y hablan y no paran de hablar. No hay largas descripciones ni sesudos monólogos interiores. Es que los personajes de EL no usan la voz de la conciencia sino la voz a secas.
Con permanentes referencias a la cultura pop norteamericana, hablan de música o de autos, de armas o de hamburguesas, de cine o de béisbol, en diálogos siempre vívidos y por momentos francamente hilarantes. A primera vista, uno tiende a pensar que no hacen más que perder el tiempo. Entonces, ¿por qué no podemos dejar de leer? La respuesta es simple, y a la vez encierra toda la complejidad de la escritura de Leonard: pueden estar seguros de que todas y cada una de las palabras que pone EL en boca de sus criaturas está ahí con un propósito bien definido, al servicio de la historia y, sobre todo, de los personajes. Vista con los ojos de un aprendiz de escritor, cualquiera de las novelas de EL podría incluirse en un manual titulado "Cómo construir personajes usando el guión de diálogo".

Cine en papel
Es cierto que en las novelas de Leonard los personajes pesan más que la historia. Pero hay que reconocer que la habilidad del autor para administrar la trama, para mostrar las peripecias de esos grupos de freaks, es lo que hace que uno siga atrapado, dando vuelta siempre una página más.
Por lo general, sus novelas se estructuran en capítulos cortos. Y normalmente cada capítulo contiene varias escenas, una detrás de la otra. Más personajes involucrados, más escenas, lo que da al lector la sensación de estar viendo cine en papel. EL ha trabajado en muchos guiones de cine y de TV, sobre todo en los comienzos de su carrera. No sería raro que el roce hollywoodense haya fortalecido su característica "habilidad de
montaje", esa precisión que tiene Leonard para encadenar las escenas en el momento exacto.
¿Será esta forma cinematográfica de escritura la que hace a sus novelas tan atractivas para la adaptación en cine? ¡Quién lo sabe! Hay quienes dicen que las novelas de EL parecen tratados de guión cinematográfico. Es difícil no estar de acuerdo. En especial en Cómo conquistar Hollywood, en la que Chili Palmer, que quiere entrar en el negocio del cine, se trenza en imperdibles discusiones técnicas con el guionista Harry Zimm, que deberían ser lectura obligatoria en los talleres de guión.

Hooptedoodle
Investigando para este artículo conocí una palabra en inglés: hooptedoodle. ¿Qué significa hooptedoodle? Algo así como todo ese montón de palabrerío que se interpone en el camino de una historia, que es innecesario, que ocupa lugar y que, por lo general, debería ser eliminado en el "editing". Ustedes se preguntarán de dónde saqué esta nueva palabrita, ¿verdad? De las imperdibles...

REGLAS DE ESCRITURA DE ELMORE
(POR ELMORE LEONARD)

A lo largo del camino me hice con algunas reglas que me ayudan a permanecer invisible cuando estoy escribiendo un libro, que me ayudan a mostrar más que a contar lo que está pasando en la historia. Si tienes imaginación y facilidad para la palabra, y el sonido de tu voz te satisface, la invisibilidad no es lo que estás buscando, y podrías saltearte estas reglas.
Pero aún así, deberías mantenerlas vigiladas.

Nunca abras un libro hablando del clima. Si es sólo para crear la atmósfera, y no para mostrar la reacción de algún personaje ante el clima, mejor que no sigas.

Evita los prólogos. Pueden ser irritantes, especialmente los prólogos seguidos por introducciones seguidas por preámbulos. Por lo general se los encuentra en los ensayos. Pero en las novelas, un prólogo es historia, y se lo puede dejar caer adentro en donde quieras.
Hay un prólogo en el Dulce Jueves de Steinbeck, pero está bien porque un personaje en el libro hace comprender a qué se refiere mi regla. Él dice: "Me gusta que se hable mucho en los libros y no me gusta que nadie me diga cómo luce el tipo que está hablando. Quiero imaginarme cómo luce a partir de la forma en que habla... imaginar lo que el tipo piensa a partir de lo que dice. Me gusta que haya un poco de descripciones, pero no mucho... A veces me gusta que un libro se relaje con un racimo de hooptedodle... Tal vez que haga bailar algunas bonitas palabras, o que cante una cancioncita con el lenguaje. Eso es lindo. Pero me gustaría que estuviera aparte, así no tengo que leerlo. No quiero nada de hooptedoodle que se mezcle con la historia."

Nunca uses otro verbo que no sea "dijo" para llevar un diálogo. La línea de diálogo pertenece al personaje; el verbo es el autor metiendo la nariz. Pero al menos "dijo" es mucho menos invasivo que "jadeó", "advirtió" o "mintió". Una vez noté que Mary McCarthy terminaba una línea de diálogo con "ella aseveró", y tuve que parar de leer y conseguir un diccionario.

Nunca uses un adverbio para modificar el verbo "dijo"... él amonestó seriamente. Usar un adverbio de esta forma (o casi de cualquier forma) es un pecado mortal. El autor se está exponiendo de verdad, usando una palabra que distrae y puede interrumpir el ritmo de la charla. Tengo un personaje en una de mis novelas que cuenta cómo solía escribir romances históricos "llenos de violaciones y adverbios".

Mantén tus signos de exclamación bajo control. Deberías permitirte no más de dos o tres cada 100.000 palabras. Ahora, si aprendes a jugar con los signos de exclamación como lo hace Tom Wolfe, entonces sí, puedes arrojarlos de a puñados.

Nunca uses las expresiones "de pronto" o "se armó un lío padre". Esta regla no necesita una explicación. He notado que los escritores que usan "de pronto" tienden a ejercer un menor control en el uso de los signos de exclamación.

Usa los dialectos o las jergas en pequeñas cantidades. Una vez que empieces a escribir las palabras en los diálogos por fonética y a llenar las páginas con apóstrofes, ya no podrás parar.

Evita las descripciones detalladas de los personajes. Algo de lo que Steinbeck se cuidó mucho. En "Colinas como elefantes blancos" de Hemingway, ¿qué apariencia tienen "el americano y la chica con él"? "Ella se había quitado el sombrero y lo había puesto sobre la mesa" es la única descripción física de la historia, y aún así vemos a la pareja y los conocemos por los tonos de voz, sin un solo adverbio a la vista.

No caigas en grandes descripciones de lugares y cosas. A menos que seas Margaret Atwood y puedas pintar escenas con el lenguaje, o escribir paisajes con el estilo de Jim Harrison. Pero aún si eres bueno en esto, no querrías que las descripciones provoquen una pausa en la acción, en el fluir de la historia.

Y por último: trata de abandonar las partes que los lectores tienden a saltear. Piensa en lo que te salteas de una novela: gruesos párrafos de prosa, que contienen demasiadas palabras. Ahí el escritor está escribiendo, haciendo hooptedoodle, tal vez tomando otra foto del clima, o quizás se haya ido al interior de la cabeza del personaje. Y el lector o bien ya sabe lo que el tipo está pensando, o bien no le interesa. Apuesto a que, en cambio, no te salteas los diálogos.

Mi regla más importante es una que resume las diez:

si suena como escritura, lo reescribo.

O, dicho de otra forma, si el uso "correcto" se mete en el camino, tiene que irse. No puedo permitir que lo que aprendimos en la clase de composición quiebre el sonido y el ritmo de la narración. Es mi intento de permanecer invisible, de no distraer al lector de la historia con "escritura evidente" (Joseph Conrad dijo algo acerca de las palabras que se meten en el camino de lo que quieres decir). Si escribo en escenas y siempre desde el punto de vista de un personaje en particular -aquel cuya vista hace más vívida la escena-, puedo concentrarme en las voces de los personajes contándote quiénes son y cómo se sienten con lo que está pasando, y así yo me quedo bien oculto.
Lo que Steinbeck hace en Dulce Jueves es titular sus capítulos con una indicación, aunque algo oscura, acerca de lo que contienen. "Los Dioses vuelven locos a quienes aman" es uno, "Asqueroso miércoles" es otro. El tercer capítulo se llama "Hooptedoodle 1" y el capítulo 38, "Hooptedoodle 2", como advertencia al lector, como si le dijera: "Aquí es donde me verás volar mi imaginación en la escritura, y nada de esto tendrá que ver con la historia. Saltéatelo si quieres".
Dulce Jueves salió en 1954, justo cuando yo comenzaba a publicar, y nunca he olvidado ese prólogo.
¿Si me leí los capítulos de hooptedoodle?
Palabra por palabra.

Bibliografía Básica
Hasta el día de hoy, Elmore Leonard ha publicado 38 novelas. La siguiente es una lista de algunas de las que se han publicado en castellano. Están ordenadas cronológicamente, de acuerdo a la fecha de publicación del original en inglés.

  • Chantaje mortal (2001), Suma de Letras, Madrid (52 pick-up, 1974)
  • Joe LaBrava (1998), Ediciones B, Barcelona (LaBrava, 1983)
  • Fulgor de muerte (1986), Ediciones Versal, Barcelona (Glitz, 1985)
  • Bandidos (2001), Suma de Letras, Madrid (Bandits, 1987)
  • Dinamita para empezar (1989), Ediciones Martínez Roca, Barcelona (Freaky deaky, 1988)
  • Cómo conquistar Hollywood (1996), Ediciones B, Barcelona (Get shorty, 1990)
  • Jackie Brown (cocktail explosivo) (1999), Ediciones B, Barcelona (Rum punch, 1992)
  • Pronto (1997), Ediciones B, Barcelona (Pronto, 1993)
  • Cuba libre (2001), Suma de Letras, Madrid (Cuba libre, 1997)
  • Touch (1997), Ediciones B, Barcelona (Touch, 1997)
  • Tómatelo con calma (2001), Suma de Letras, Madrid (Be cool, 1999)
  • Almas paganas (2002), Suma de Letras, Madrid (Pagan babies, 2000)
  • El blues del Misisipí (2002), Ediciones B, Barcelona (Tishomingo blues, 2002)

Algunos datos de Cabecera
Emulando a mis queridos colegas de "Galaxia Cthulhu", no puedo resistir la tentación de dejar acá un par de datos interesantes sobre películas que pueden resultar un buen acercamiento a la literatura de Elmore ...

Dato Cabecera 1: ¿Sabías que Jackie Brown, el personaje que en la película de Tarantino es interpretado por la morochaza Pam Grier, se llama en la novela (Rum Punch, 1992) Jackie Burke? ¿Y qué tal si te digo que los policías del aeropuerto "vieron que sacaba unas gafas de sol del bolso y se las colocaba sobre el pelo, rubio oscuro, suelto, no demasiado largo" (pg. 50)? En fin... misterios de las adaptaciones y el casting...

Dato Cabecera 2: Según Elmore, la mejor adaptación al cine de una novela suya la logra El nombre del juego (Get shorty, 1995), dirigida por Barry "Hombres de Negro" Sonnenfeld. En ella John Travolta hace una interpretación soberbia de Chili Palmer. Elmore llegó a decir en una entrevista que "Travolta no interpreta a Chili...¡es Chili!".

Dato Cabecera 3: En febrero de este año comenzará a filmarse Be cool, la secuela de Get shorty. Además de John "Chili" Travolta, y de Danny DeVito, se anuncia en el casting a la inquietante Uma Thurman. Thurman y Travolta trabajarían juntos por primera vez desde Pulp Fiction (1994).

Dato Cabecera 4: otra adaptación que está disponible en los video clubs es Un romance peligroso (Out of sight, 1998), dirigida por el desparejo Steven "Traffic" Soderbergh. En ella, George Clooney hace un más que aceptable Jack Foley, ladrón de bancos que se enamora de la agente federal Karen Sisco (la abundante Jennifer López). El personaje de Karen dio origen también a una serie de TV.

Fuentes
Para la redacción de este artículo he tomado material de los siguientes sites, todos en inglés:










The Bounty Hunters (1953)
The Law At Randado (1954)
Escape from Five Shadows (1956)
Last Stand At Saber River (1959)
Hombre (1961)
The Big Bounce (1969)
Valdez Is Coming (1969)
The Moonshine War (1969)
Forty Lashes Less One (1972)
Fifty-Two Pickup (1974)
Mr. Majestyk (1974)
Three-Ten to Yuma (1975)
The Hunted (1977)
The Switch (1978)
Gold Coast (1979)
Gun Sights (1979)
City Primeval (1980)
City Primevil: High Noon in Detroit (1980)
Split Images (1981)
Cat Chaser (1982)
La Brava (1983)
Stick (1983)
Glitz (1985)
Bandits (1986)
Touch (1987)
Freaky Deaky (1988)
Killshot (1989)
Maximum Bob (1991)
Rum Punch (1992)
Naked Came the Manatee (1996) (with Brian Antoni, Dave Barry, Edna Buchanan, Tananarive Due, James W Hall, Vicki Hendricks, Carl Hiaasen, Paul Levine, Evelyn W Mayerson and Edna Standiford)
Out of Sight (1996)
Jackie Brown (1997)
Cuba Libre (1998)
Pagan Babies (2000)
Tishomingo Blues (2002)
Mr. Paradise (2004)
A Coyote's in the House (2004)




sábado, 7 de junio de 2008

Informe

Recibí, de mano anónima, un informe que parecía haberse realizado a partir de la grabación de una tertulia literaria en San Sebastián. La tertulia versaba sobre mi novela Níquel, presentada en la capital guipuzcoana unos meses antes. Ahora, quizá por el tiempo transcurrido, me atrevo a publicarlo. Tal cual.

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San Sebastián, 27 de Septiembre de 2005
Biblioteca Municipal Alderdi Eder
Tertulia sobre la novela “Níquel” de Francisco Ferrer Lerín


Hacia la 7,30 h de la tarde se ocupa el local, la cripta de la Biblioteca, por unas treinta y tantas personas sentadas en sillas dispuestas en óvalo a lo largo de toda la sala. La inmensa mayoría son mujeres de mediana a alta edad que en gran parte, se diría, podrían ser lesbianas, comunistas de antiguo cuño, monjas exclaustradas, feministas…Algunas hacen comentarios antes de iniciarse el acto. Una, por ejemplo, dice que no le ha extrañado leer que Ferrer Lerín y Panero tuvieran amistad porque ambos están locos.
La organizadora y moderadora, de magnífico aspecto, profesora Beatriz Monreal, reparte fotocopias del texto colgado en internet y toma la palabra para hacer la introducción y “destripar al autor de hoy”.

Beatriz Monreal :

Inicia diciendo que el autor iba a haber acudido pero, finalmente, llamó para decir que no podía porque tenía que ir a Barcelona a llevar a sus hijos al aeropuerto y que su ausencia era una pena.
Continúa hablando y lo hace de la reseña de Savater en Babelia y se refiere al autor de “Níquel” como a un tipo muy curioso, interesante, como el iceberg del que habla Savater, que oculta mucho más de lo que muestra. Que, cuando estuvo en San Sebastián en la presentación del libro en Junio, se le apreciaron maneras de diplomático, elegante, bien vestido, comedido, con categoría “para poder pisar moqueta en salones importantes” (sic). Con una vida nada convencional. Interesante aunque tal vez no para vivir con él porque su variedad produce vértigo. El catedrático de Zaragoza, Túa Blesa, lo califica de “rara avis” y yo (Beatriz) –y se lo dije a él mismo cuando estuvo aquí- lo considero un “pájaro de cuenta”. Mantiene una apariencia seria pero es un individuo peligroso.
Continúa Beatriz hablando de lo de las expulsiones de diferentes colegios por indisciplinado e hipersexual; de sus características de niño superdotado. Que escribió varios libros de poesía en su juventud y de su gran amistad con los poetas Gimferrer y Azua creando la base de los que serían los “novísimos” de Castellet pero que, poco después, desapareció del mapa. Que se le conoce como “el Buitre” especialmente desde la novela de Félix de Azúa, “Diario de un hombre humillado ,que presenta al personaje con sus curiosas características.
Aprovecha para hacer referencia a la presentación de “Níquel” en Barcelona, el 24 de Octubre, a cargo, precisamente, de Azúa y Gimferrer por si alguien quiere invitación para ir. También hace referencia a la cita del autor por Vila Matas en su libro “Bartleby y Compañía”.
Y cuenta de su marcha a Jaca. ¿Por qué?. Tres razones fundamentales: plaza militar, casino, buitres, ya que es un ornitólogo de primera categoría que se inició en este campo haciendo el servicio militar donde estableció su amistad con Salvador Filella. Habla de su habilidad congénita para jugar a las cartas y que es jugador de oficio y lo compara con Vittorio de Sica en “El General della Rovere”
Al iniciarse la lectura del libro (sigue Beatriz) impresiona, hasta casi la repulsión, la descripción de las actividades de los estudiantes de medicina (lo compara con Pío Baroja, en este sentido) hasta el punto de desanimar a la continuación de su lectura (aquí se oyen varios murmullos de coincidencia y asentimiento; una asistente dice que así le pasó a ella pero que continuó y, entonces, el libro la enganchó).
Relaciona, entonces, Beatriz los trabajos realizados por FFL para diversas editoriales y otros (como profesor en Granada, etc.) y concluye su presentación diciendo que, si el autor estuviera en ese momento allí, aparecería como serio pero, por dentro, se estaría riendo de todos nosotros (¿o dijo “de todas nosotras”?). Y da paso a que la gente hable.

Comentarios de unos y otros:

- La trama de la historia del espía es rarísima.
- Es un libro que, al empezar a leerlo, echa para atrás pero luego prende la descripción del mundo de las rapaces. Yo pensaba que todo eso eran alimañas perjudiciales para el campo y que había que exterminarlas pero el libro me ha enseñado todo lo contrario y ahora me parece un mudo fascinante tal como te lo comunica y hace sentir el autor.
- Es un libro atípico, casi un tratado científico.
- Es bastante autobiográfico aunque alguien duda de lo del trabajo de espía.
- (Beatriz) Cuando estuvo aquí no quiso aclarar ese punto y lo dejó como misterioso.
- La historia de lo de Carrero resulta inexplicable y no se entiende. Pero, ¿para quién trabajaba? ¿para los militares? ¿entonces, por qué protegían a los asesinos de Carrero?
- Esa parte del libro es poco creíble. Todo lo de la historia como espía. No tiene sentido.
- Esa parte es muy floja.
-Tendría que haberse comprometido más y no hacer esa fantasmada
- Ahí crea una nebulosa y se pierde. No remata.
- Lo del espía está fatal porque, además, ¿qué hace? ¿fichas?. Como espía es muy chapucero
(Desconcierto generalizado del personal sobre este aspecto de la novela)
- (Beatriz) Ahora está escribiendo otra novela sobre un monstruo mitológico en Francia.
- Es un hombre muy riguroso en cuestiones de léxico y bibliografía.
- ¡Claro!¡ Es que es filólogo!
- (Un hombre asistente) Lo más interesante es lo que tiene de autobiográfico.
- (Una mujer, aunque, bueno, la mayoría son mujeres) Es despiadada y osada la crítica que le hace a Delibes que es un “intocable”-
- (Otras mujeres) Bueno, pero eso lo dice por la defensa que Delibes hace de la caza y él es contrario a todo eso.
- (Mª Teresa Castell) Cuando estuvo en casa y yo quise matar un topo no me dejo y me dijo que cómo podía hacer aquello. Bueno, una exageración eso de que no hay que matar a ningún tipo de animales
- Es un hombre (¿el personaje; el autor?) que se deja llevar por la vida sin tomar decisiones. Como si se dejara arrastrar por las circunstancias sin intentar cambiarlas. Muy pasivo. No toma las riendas de su vida.
- Sí, y no hace ningún tipo de valoración moral.
- Es terrible lo del niño que pone para que se lo coman los buitres. Eso me impresionó mucho, me pareció repugnante.
- El protagonista es muy cínico. No tiene ningún apego por la familia. Especialmente por el padre.
- Pero es que donde va a vivir después de la muerte del padre es precisamente al piso que éste tenía como picadero.
- Tiene muchas cosas de su vida real. Es un burgués, de buena familia, acomodada, que se va viniendo abajo.
- La relación con las mujeres es también muy especial. Es despectiva. Como prepotente. No las valora.
- Bueno, él a veces va de humilde, como si no triunfara con todas las mujeres. Aunque casi siempre le va bien con ellas.
- Sí, pero en ningún momento dice que alguna le diera una torta por lo de los roces.
- Es muy divertido cuando cuenta lo de la faja.
- Sí, pero ¿y lo de la camarera y el codo…? Es un poco increíble.
- Lo del espía y todo eso lo habrá puesto para atraer la atención del lector con algo intrigante.
- Lo que creo que introduce para atraer la atención del lector son las anécdotas eróticas.
- (Beatriz) Bueno, pero eso lo puso porque se lo dijo su mujer. Y la historia de la negra colombiana me pareció muy divertida.
- Pero es una novela muy buena, muy inteligente y muy bien escrita.
- (Beatriz) Sí y es bueno conocer también a autores que no son famosos porque se pueden encontrar cosas muy interesantes. En este caso el conocimiento ha venido por su mujer, Concha, que es muy amiga mía. Esta novela al final, y después de rodar por muchas editoriales, la ha publicado una pequeña editora de Zaragoza. Claro que en Cataluña, en Barcelona, tiene cerrado el campo porque es un escritor antinacionalista (aquí algunos murmullos ¿de desaprobación?) Y, desde luego (continúa Beatriz) si la novela se vende es por lo que se ha movido su mujer porque ella tenía mucha ilusión de que la novela se publicara y ha hecho todo lo posible. Es que, en realidad, lo mejor que tiene Francisco Ferrer Lerín es a su mujer que es la que se mueve y tira para adelante, aunque a veces lo haya pasado muy mal con él. Como cuando le acompañaba a llevar carroña a los buitres. Y, desde luego, es muy interesante y curioso verle en persona. Muy guapo, muy elegante, con mucha guasa, nada tonto, chocante y “muy largo”. Es una pena que no haya podido venir porque le hubiéramos vuelto a preguntar y, a lo mejor, nos hubiera aclarado lo de si perteneció a los servicios secretos y fue espía. Yen la próxima tertulia hablaremos de Alexander Mc Call Smith.


Informador I.Z.G. Sistema Norwell. Código D.09

viernes, 6 de junio de 2008

El ruiseñor











Leo en El País del miércoles 4 de junio una entrevista a Edward Farhi, Director del departamento de Física Teórica del Instituto de Tecnología de Massachusetts. Pregunta la periodista Alicia Rivera: “Usted ha trabajado en algo muy atractivo: la máquina del tiempo.” A lo que Edward, un hombretón atlético y rubicundo de expresión sonriente que no desentonaría interpretando el papel de compinche principal en una comedia americana de bajo presupuesto, responde: “Sabemos, por la teoría de la relatividad de Einstein, que el tiempo se altera: si fueras en un cohete muy deprisa, tu reloj marcharía de manera diferente que un reloj en la Tierra.” Luego, Rivera apura al sabio: “¿Es el ejemplo de los hermanos gemelos en que uno viaja al espacio..?” Y éste confirma: “Sí. Uno va en un cohete y el otro se queda en Tierra y cuando el primero regresa, está en el futuro de su hermano. El efecto lo sufren los astronautas, pero es pequeñísimo, a lo mejor regresan una millonésima de segundo más jóvenes que si se quedaran aquí. Ahora bien, si los cohetes fueran muy rápidos, casi a la velocidad de la luz, un astronauta podría partir en 2008 y volver un año más tarde para él, pero habría transcurrido un siglo aquí, sería 2100, y conocería a sus tataranietos.”

Casualmente, en la mesa de la cafetería Iruña de la Plaza del Castillo de Pamplona donde me siento a tomar una cerveza con unos afroamericanos, encuentro un folio cicloestilado, de los que se entrega a los peregrinos del Camino de Santiago, que dice lo siguiente:

“Virila fue, a finales del siglo IX, monje del monasterio de San Salvador de Leyre, Navarra, del que llegó a ser abad y su figura histórica está perfectamente documentada en el Libro gótico de San Juan de la Peña (fol. 71). Mantenía el bueno del abad tremendas dudas sobre cómo sería el gozo de la eternidad. Es así que un día de plenitud primaveral se interna en el bosque cercano con estas meditaciones que leía en un libro. En la espesura del bosque aparece un ruiseñor, que con sus trinos distrae su atención de la lectura escatológica, apartándolo hasta una fuente. Allí queda prendado del canto del pájaro, hasta que se adormece. Cuando se despierta la naturaleza había cobrado nueva vida y no encuentra el camino de vuelta, hasta que al fin lo reconoce y al monasterio al fondo, que ahora es más grande, con iglesia mayor y nuevas dependencias que no comprende. Al llegar a la portería e identificarse, nadie le reconoce. Buscando en el archivo del cenobio encuentran un abad Virila “… perdido en el bosque…”, pero hacía trescientos años. Es entonces el monasterio una revolución por el milagro acaecido, y en pleno Te Deum de acción de gracias se abre la bóveda de la iglesia y se oye la voz de Dios “… Virila, tu has estado trescientos años oyendo el canto de un ruiseñor y te ha parecido un instante. Los goces de la eternidad son mucho más perfectos …”. Un ruiseñor entra entonces por la puerta de la iglesia con un anillo abacial en el pico, y lo coloca en el dedo del abad, que lo fue hasta que Dios lo llamó a comprobar la gloria eterna.”

jueves, 5 de junio de 2008

Beneficio de la ruina


El esplendor de la ruina está vincualado a la vegetalización y a la ausencia de materiales innobles no mineralizados. La ruina espléndida estaría formada, pues, por piedra y madera. La escayola, como los metales, las telas y plásticos son materiales innobles que, además, tardan en desaparecer.

Habría que ir a una clasificación de las aves en función de la rapidez en colonizar un edificio abandonado; clasificación que se obtendría utilizando los parámetros de una línea de investigación parecida, la que valora la rapidez en posarse en un objeto –farola, chatarra, mobiliario urbano- que se instala en sus áreas de campeo. (La restauración de un edificio supone la pérdida de capacidad para albergar especies rupícolas)

Sin embargo, es recomendable una maniobra de acercamiento a la ruina reciente. Por ejemplo prestar atención a las instalaciones ganaderas o a las estaciones de servicio cuando han sido dejadas “definitiva y absolutamente” por el hombre debido a razones de peso como, en estos dos casos, la inviabilidad de las pequeñas empresas del sector ante una situación general de exceso de oferta y el cambio de trazado de la red viaria por la construcción de una autovía. Se trata de configuraciones mortecinas que, contempladas a cierta distancia en sus primeras etapas de degradación, proporcionarán notable placer al diletante.

Escayola: yeso espejuelo calcinado.

Mineralizar: comunicar a una sustancia las condiciones de mineral o mena.

martes, 3 de junio de 2008

Restauraciones

Me escribe Milagros "Mila" Palma:

El arquitecto que te comenté es Marco Dezzi Bardeschi. Te envío una foto del milanés Palazzo della Ragione. Como verás la fachada parece que no la han tocado ya que ha mantenido las grietas, agujeros, y desconchones de los revocos. Sin embargo lo que no existía y tiene que poner nuevo, como la escalera que te mando, lo hace con un lenguaje moderno. Es un arquitecto bastante radical en sus teorías y totalmente enfrentado a la escuela de Roma que lidera Paolo Marconi (también radical en las suyas) que se limita a copiar y reproducir lo que existía. Teorías parecidas a Dezzi Bradeschi tienen en la Escuela de Venecia. De ésta es el arquitecto Francesco Doglioni que ha restaurado las villas de Palladio conservando todas su grietas. Te mando una de la restauración del Convento de San Cosme en Venecia en la que solo se limita a poner unas prótesis en las columnas siguiendo las teorías de Ruskin. Personalmente prefiero estas restauraciones a las falsificaciones a las que nos tienen acostumbrados, aunque en España
todavía se entienden poco.