domingo, 9 de noviembre de 2014

La estepa o quizá el desierto


Hoy ha vuelto la colina desnuda, la ladera estéril coronada por un resalte rocoso, y no ha sido durante un sueño sino en una secuencia de Hasta que llegó su hora, en ese plano general en el que miles de obreros se afanan en colocar vías de tren y Henry Fonda se aproxima pausado a Charles Bronson que talla una figurita de madera. Sé, que no lejos de allí, existe un cruce de carreteras en el que yo detenía el coche y buscaba una indicación que nadie puso; me perdía, aprendía el concepto de extravío, de soledad. Una carretera recién y mal terminada, mal peraltada, con abombamientos y blandones, una carretera de asfalto gris que no se diferenciaba, al atardecer, de las ralas y desdibujadas cunetas. La visión de hoy, cinematográfica y real, no remeda el vigor de las imágenes soñadas, imágenes que no regresarán (ya no queda tiempo), como nunca regresaron la pareja de águilas perdiceras posadas en un promontorio y aquellos huesos de cabra calcinados por el sol, esparcidos en el fondo de una vaguada polvorienta. Pensé entonces: ¿hubo aquí alguna vez rebaños, hubo gente, hubo aves? Me dijeron que la razón del sueño radicaba en mi pasión ornitológica, en la búsqueda constante de grandes especies necrófagas; pero hoy pienso que esa no era la razón, que el sueño, que la sucesión de esos sueños, era fruto de la conciencia de que ese paisaje, y mi misma vida, culminaban su término.

13 comentarios:

JOSÉ LUIS MORANTE dijo...

Imágenes de cine que parecen sueños, que permanecen a resguardo en algún plegue de la memoria, que salen al sol cuando encuentran cerca una escritura lúcida y extraordinaria como la tuya. Gracias, poeta.

Ferrer Lerín dijo...

Gracias, José Luis, y te recuerdo que tenemos pendiente un encuentro madrileño.

anónima dijo...

Extraordinario, se me ha puesto el vello de punta

Anónimo dijo...

Magnético relato, no quiero llamarlo micro relato que es como rebajarlo.

peña dijo...

Tremendo paisaje de fin del mundo, como en las pelis de ciencia ficción. Muy visual tu descripción, inquietante y hermosa.
Me gusta mucho la frase "aprendía el concepto de extravío, de soledad", está muy bien eso de "aprender"esos conceptos, y no negarlos.

Ferrer Lerín dijo...

¿Peña? ¿Formentera? Cuca Peña fue íntima amiga de tía Emmy, pero ahora rondaría los 90 años.

http://ferrerlerin.blogspot.com.es/2012/03/el-piano.html

peña dijo...

Yo soy Peña de nombre (María de la Peña, por lo de "virgen aparecida", como Valle , Juncal, Camino, Vega,Llanos, etc,etc, todas juntas el 8 de septiembre, oséase todo un paisaje aún más de ciencia ficción que los tuyos, no te digo.
Tres años viví en Formentera, y casi cuarenta llevo ya en Ibiza

Ferrer Lerín dijo...

Peña. Vi que tu foto estaba hecha en Formentera. Lo de Ibiza: ¿asististe a la charla del MACE? Si pinchas en la lechuza de Minerva encontrarás una dirección de correo electrónico.

Anónima dijo...

Confieso mi fascinacion por sus escritura sea prosa o poesía. este relato es magnífico porque ensambla el mundo de los sueños con la realidad que es la realidad, en este caso de una película.

Anónimo dijo...

Soy del Norte de México y gratamente comenzaré a leerte en serio.

Ferrer Lerín dijo...

¿Del Norte de México? Espero con interés sus opiniones acerca de mi obra literaria.

Albertito Salas dijo...

Jo, qué maravilla. Me fascina la forma que tienes de hacer del Yo un personaje. Es como si siempre y nunca se escribiera sobre uno mismo.

Anónimo dijo...

Extraordinario, de verdad extraordinario